jueves, 10 de mayo de 2007

RAJATABLA





“TU PAIS ESTA FELIZ” estrenó en el Ateneo de Caracas, Venezuela, en febrerode 1971. Poemario de un estudiante brasileño, en estilo juglar, reunía versos originalmente escritos en portugués y otros en castellano que revelaban su visión de la vida venezolana del final de la década del 70, cuando todavía proliferaban las consignas revolucionarias marxistas, las canciones hippies post-Woodstock, la simpatía por las tradiciones criollas, la onda de la revolución de marzo de 1968, a la época en que la juventud francesa decía ser realista y creer en lo imposible... Vietnan, Marcuse, los Beatles de la fase “Let it be”, Joan Baez, Fidel Castro.

La propuesta del espectáculo comenzó en la Biblioteca Pública Paul Harris, donde
Antonio Miranda, en la época licenciándose en bibliotecología, convocó a los lectores
por intermedio de un letrero colocado en la entrada de la sala de lectura. Deseaba
encontrar actores, cantores, músicos y compositores.
Los “ensayos” comenzaron alrededor de la mesa de la sala de referencia,
después del horario de trabajo. Las músicas fueron compuestas casi todas al mismo
tiempo, con el entusiasmo y la prolijidad de Xulio Formoso, un venezolano de origen
gallego.
La intención era hacer una o dos representaciones. Sin embargo, Gustavo
Gutierrez, joven estudiante del curso secundario, sugirió recurrir al también joven
director argentino Carlos Giménez, para obtener algunas ideas de “mis-en-scene”.
Carlos estaba dirigiendo una pieza de Miguel Otero Silva en el Ateneo de Caracas y
Antonio Miranda era miembro de la directoria del própio Ateneo.
Carlos, el “enfant terrible” del teatro latinoamericano, con poco más de veinte
años, ya había recorrido el continente y también Europa con sus audaces montajes,
recibiendo premios, admiración y hasta provocando escándalos.
Adoptó la idea de montar “Tu País Está Feliz” de inmediato. Encomendó nuevos
textos al autor, alguna música más, seleccionó actores que se juntaron con elementos
de su proprio grupo teatral. El espectáculo ganó forma, fuerza, un ritmo dinámico y
contestador. En la víspera del estreno, exigió que todos apareciesen desnudos en
escena, justificando el texto. Creó una crisis en el grupo. En el estreno estarían
presentes los padres, los hermanos, los vecinos, los abuelos, las novias, los novios! Y
Carlos exigía desnudos completos, de frente, sin encogimientos, con luces, durante
varios minutos.
El estreno fue un éxito, de público y de crítica. Permaneció meses y meses en
cartelera, viajó por los teatros del interior y países de la región, llegando a ser vencedor
del festival de Puerto Rico. Poco después, la obra fue montada en Lima, por un grupo
recién constituído: Cuatro Tablas.
El Grupo Rajatabla fue creado después, en el mismo año de 1971, en la
oportunidad en que “Tu País Está Feliz” fue montado nuevamente con el aporte de
nuevos textos. En ese momento se sentía la necesidad de continuar el trabajo, de forma
más estable, con repertorio para viajes y excursiones.
Antonio Miranda preparó una segunda pieza – “Jesucristo Austronauta;
autosacramental sobre lo profano y lo divino” – que fue presentada en Venezuela y en
México, con reacciones furiosas de católicos y tradicionalistas. Después montó un
nuevo grupo en el Teatro Popular de Bogotá, con la pieza “Calzoncillos con nubes o si
prefieren SOS Colombia”, consiguiendo la ira de los maoístas y de los militares. Todavía
tuvo tiempo de ver la última representación de “Tu País Está Feliz”en Lima, antes de
regresar al Brasil, donde iba a montar la pieza con el director Martim Gonçalves, pero
este se murió antes que se inicaran los ensayos.
Existieron otros intentos de montar “Tu País Está Feliz” en el Brasil, pero no
pasaron de los primeros ensayos (1978) del proyecto (1988).
“Tu País Está Feliz” volvió a presentarse al público venezolano en 1984, en el
mismo Ateneo de Caracas, siendo anunciada entonces como la “pieza que toda una
generación amó”, como “fenómeno teatral latinoamericano”. Cabe señalar que Carlos
Giménez cortó algunos poemas de la versión original, aquellos relacionados con las
creencias religiosas (La beata/ Los santos/ Los pecadores/ Los puros/ El demonio/ la
muerte/ Dios y Rescate de Cristo), pero ellos han sido incluidos en la presente edición.
El Grupo Rajatabla cumple 30 años de existencia, ahora como Fundación
Rajatabla, con sala propia, escuela de teatro y variadas giras por Europa, Estados
Unidos y América Latina, inclusive Brasil. Sin duda, es u no de los grupos más estables
y prestigiosos del continente, con una organización sólida y un amplio repertorio que
incluye clásicos y modernos, principalmente, autores venezolanos y latinoamericanos.
Carlos Giménez ha hecho adaptaciones de textos para el teatro, como es el caso de “El
Coronel no tiene quien le escriba”, de Gabriel Garcia Marquez. Desafíos nuevos,
nuevas propuestas. Hoy Rajatabla tiene un estilo propio, sobrevivió a la muerte
prematura de Carlos Giménez y de algunos de sus fundadores, siempre con un
lenguaje vigoroso, una acción permanente y variada, siempre osada e innovadora.
Carlos Giménez solamente merece un título, el de genio. Dicen que sería capaz de
llevar a escena la lista telefónica. Sin exagerar, pues él era una especie de Rey Midas
del teatro. Era capaz de animar hasta textos poéticos como los de “Tu País Está Feliz” y
transformarlos en un grande y vigoroso espectáculo teatral.

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